martes, 27 de octubre de 2009

AVISO A LOS LECTORES DE BUENA LITERATURA

ESPERE MUY PRONTO LA NUEVA OBRA POÉTICA DE BERGSON ROSARIO: "SUSPIRO DE LA PIEL"
ESTA OBRA POÉTICA ESTÁ CONCEBIDA PARA LOS QUE GUSTAN DEL AMOR REAL Y PROFUNDO, DEL QUE ENTRA AL ALMA POR LA PIEL Y JAMÁS TE ABANDONA. NO DEJES DE ADQUIRIRLA.
PUEDES CONTACTARNOS AL CEL. 1-224-3341 O ESCRIBIENDO, VÍA COMENTARIO, POR ESTE BLOG O AL CORREO bfrosario@gmail.com SERÁ ATENDIDO POR EL MISMO AUTOR.

lunes, 26 de octubre de 2009

ESPERE MUY PRONTO, LA NUEVA OBRA POÉTICA DE BERGSON ROSARIO TITULADA

"SUSPIRO DE LA PIEL"


En la existencia de un ser ocurren mil pasiones en sólo un momentáneo suspiro que nos regala el universo. Son incontables las ocasiones en las que nos vemos acorralados o acorraladas, aquí es válido el uso determinado del género, por los embates de una sentida pasión. Cada experiencia amatoria o, sencillamente, de admiración por el género ubicado en la barda contraria va dejando un secuela difícil de borrar de la vida de cada cual. La miel que embriaga los sentidos destila por todos los contornos e intersticios de la carne hasta cubrir con un manto de relucientes colores primarios la esencia que emerge de las soterradas sombras del alma.

martes, 20 de octubre de 2009

El español del siglo XXI

Fernando Díez Losada, La Nación

En el siglo XV Nebrija escribe su Gramática de la lengua castellana y fija en ella la primera norma ortográfica que reproduce y retoca el humanista Gonzalo Correas en el siglo XVII. Aquí se consagra, entre otras cosas, que la diferencia entre b y v es solo ortográfica pero no fonética. De acuerdo con ella, se publican y editan los textos del Siglo de Oro. Los cambios fonéticos de la lengua hablada, que se habían iniciado con la propagación del castellano por el mundo, habían concluido y se hacía necesaria una nueva norma ortográfica que los fijara y divulgara a regiones tan extensas como alejadas. Por esta razón en 1741 la Real Academia Española publica la Ortografía que estuvo prácticamente en vigencia hasta el siglo XX. En el año 1959 la Academia publica las Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía que se distribuyen por medio de las diversas estaciones de radio, por las redacciones de los periódicos y se pactan con las otras academias de la lengua del continente americano lo que garantiza su cumplimiento y asegura un único criterio para la lengua literaria impresa. Aquí reciben el mismo tratamiento tanto las normas referidas a la escritura de las palabras como aquellas referidas a los demás signos que necesita la escritura. Finalizando el siglo XX (1999) fue cuando aparece la Nueva ortografía de la Academia, y en la primera década del siglo XXI ven la luz la 22ª edición del Diccionario de la lengua española (2001) y el Diccionario panhispánico de dudas (2005). Este español del 2000, cuyas nuevas normas gramaticales se recogen en las obras citadas, presenta una ingente cantidad de modificaciones y cambios morfológicos, sintácticos, fonéticos, ortográficos, léxicos… Y, desafortunadamente, está aún muy lejos de haber sido asimilado, en gran parte, por estudiantes, profesores (incluso de español), periodistas, traductores, redactores de documentos públicos y anuncios…
Tomado de: La Nación

Nos estamos quedando sin lengua

18/10/2009

BBC Mundo

Se calcula que en todo el mundo se hablan 7.000 lenguas, aunque se teme que esta cifra pueda reducirse rápidamente en las próximas décadas ¿Pero, qué pasa cuando un idioma desaparece?
En 1992, algunos lingüistas predijeron que en 2100 habrían desaparecido el 90% de las lenguas del mundo, y todavía muchos temen que no se esté haciendo lo suficiente por proteger nuestros idiomas.

94% de la población mundial habla sólo un 6% de todos los idiomas existentes. El más hablado, por población, es el mandarín (845 millones), seguido del español (329) y el inglés (328).

Cada vez es más frecuente que pequeñas comunidades salgan de su aislamiento para buscar la interacción con otras partes del mundo. La reducción del número de idiomas podría ser una consecuencia de ello, pero ¿por qué habría que luchar para evitarlo?

"En esencia, (si no lo hacemos) perderíamos un gran patrimonio cultural, la manera de expresar nuestras relaciones con la naturaleza, con el mundo y con nosotros mismos", dice Hagege, para quien los idiomas no son sólo una colección de palabras.

Son un organismo vivo, explica, que acaban definiendo una cultura. Por eso, cuando una lengua se extingue, la cultura en la que ha vivido se pierde también.

Aunque como plantea el periodista de la BBC Tom Colls, otra cuestión es si es realista pedir a pequeñas comunidades que mantengan su cultura en un planeta cada vez más globalizado. Como explica Salikoko Mufwene, profesor de la Universidad de Chicago (EE.UU.), es natural que, conforme cambian las culturas, los grupos adapten el uso de su lenguaje. Por eso, pedir que retengan su idioma cuando ya no lo utilizan sólo estaría beneficiando a los académicos y estudiosos de las palabras. Cada vez más sociedades empiezan a renunciar a su idioma por otros que consideran más provechosos, como el inglés, ya que piensan que sus hijos no lograrán el éxito profesional si hablan en sus lenguas tribales.

Sin embargo, Paul Lewis, de Ehtnologue, cree que si la gente empieza a pensar que sus idiomas no son útiles, entonces verán como inútil también su identidad.

Lenguas que se consideraban muertas, como el hebreo, han vuelto a la vida en las últimas décadas.

Esto conduce a la depresión, al suicidio y al uso de drogas, dice. Y si los padres dejan de transmitir su lengua a los hijos, entonces acabarán rompiéndose la conexión entre nietos y abuelos y los valores tradicionales de una cultura.

No es tarde

No obstante, quizás no sea demasiado tarde para aquellos que quieren garantizar la supervivencia de las lenguas minoritarias. Como ocurrió con el galés en Reino Unido, un lenguaje puede resucitar con el esfuerzo de la comunidad.

El hebreo, como dice Claude Hagege, era una lengua muerta a comienzos del siglo XIX, pero ahora es de uso común entre los judíos.

Aunque no es tan fácil para otras lenguas diezmadas que no cuentan con tantos defensores.
Igual que gastamos una enorme cantidad de dinero en preservar edificios, porque son parte de nuestro patrimonio, estas lenguas y culturas también se merecen ser conservadas, dice Paul Lewis, lingüista. "Por un lado, las comunidades más pobres, débiles y pequeñas están intentando llamar la atención sobre el problema; por otro, las grandes sociedades no tienen ni idea de ello", lamenta Paul Lewis. "Pero igual que gastamos una enorme cantidad de dinero en preservar edificios, porque son parte de nuestro patrimonio, estas lenguas y culturas también se merecen ser conservadas", agrega.
Bajado de : elcastellano.org