PERIPECIAS DE UN VIAJE INESPERADO

A continuación nos complacemos en entregarles, en breves momentos, las peripecias que vivimos al asistir a un evento de la Lengua, bajo el nombre de 1er Congreso Internacional de Lingüística Aplicada, celebrado desde el día 23 al 25 de octubre del 2007 en la cuidad de Heredia, Costa Rica, por la Universidad Nacional de Costa Rica con sede en Heredia. Estas peripecias las presentamos en un género estético poco cultivado ya. Me refiero al género narrativo de la crónica. Esta será divida en partes para facilitar su publicación, ya que el texto completo abultaría la sección Expectativas Literarias.

PERIPECIAS DE UN VIAJE INESPERADO
(CRÓNICA)

Primera Parte
Era miércoles, 16 de octubre de 2007.
Uno de esos días cualesquiera, en el que uno llega a la oficina cabalgando sobre el lomo del Pegaso de la abulia y el tedio que ocasiona el deseo de no trabajar, de ni siquiera de salir de casa; el stress que causa el pensar que debo cruzar, como un ramalazo, la ciudad de un extremo a otro a través de la infernal algarabía vehicular. Uno de esos aludidos días, se me acercó el jefe inmediato y me cuestiona acerca de una solicitud que anteriormente yo había elevado a las altas instancias de la institución para la cual presto mi intelectualidad.
−¿“Usted no pidió que lo mandaran a un congreso de Lingüística a Costa Rica? ¿No es para este mes de octubre?
A lo que respondí afirmativamente. Me atacó los ojos como si con ese gesto resaltara sus palabras.
−¡Usted va! me −respondió a secas −¡Eso ya está aprobado! ¿Usted no tiene copia de la correspondencia?
−No creo. Le respondí con el ánimo aterrizado. Otra promesa más, me dije a mí mismo.
Pero mí jefe me aseguró que yo iba para el congreso porque él se encargaría de que así fuera.
−¡Lo logramos!− Me dijo eufórico al entrar a la oficina. −¡Póngase en eso ahora mismo!
Desde ese instante me di a la tarea de pensar seriamente en el viaje al Primer Congreso internacional de Lingüística Aplicada. Aún así, no quise comunicar a mis gentes de la buena noticia de triunfo que anotaba a mi favor en el libro del vertiginoso viaje hacia el futuro en el que me encontraba subido.
−“Entre al INTERNET y haga las reservaciones de su participación en el evento”. Me conminó el jefe. De inmediato, me senté frente al computador que está a mi cargo y abrí sin premura, la página que contiene mi correo electrónico para buscar la dirección del evento en Costa Rica.
La decisión volvió a hacer estrago en mí. Cuando logré penetrar en la página del CILAP y descubrir que no me era posible participar porque ya el cupo se había llenado. Lo informe al jefe, quien, a mi humilde entender, se sintió decepcionado con la noticia. “Vaya adonde el administrativo”, me recomendó. Así lo hice. Éste reaccionó y logro contactar a los organizadores del evento en la Universidad Nacional de Heredia (UNA), quienes acordaron darnos la participación a las dos personas que mandaría la institución. De inmediato se iniciaron las actividades de los trámites pertinentes.
Ese mismo día todo quedó montado. Desde el departamento administrativo reservaron las boletas aéreas. Se encargaron de gestionar los viáticos.